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miércoles, 11 de mayo de 2011

Yo también tengo historias de Dentistas

Llega un nueva semana y tengo que discurrir otro tema del que hablar. Uno que siempre me gusta mucho es de día que a mi hija le dolió una muela. Fue horrible, no sabía que hacer para que se le pasará. Al día siguiente llamé al primer dentista que conocía, fui a su consulta y sacó una radiografía de la muela, después me indicó que debía sacársela, ya tenía afectado el nervio. Cuando nos pusimos a hablar del seguro (en aquel momento tenía a los niños conmigo en la cartilla y le entraban ciertos dentistas y para ciertas cosas) vimos que no estaba en mi seguro, así que me cobró la radiografía y recomendó que fuera a uno de los dentistas de mi seguro.
Llamé al primero y pedí cita, aproveche para pedir cita también con el niño. Primero, me dijo que no atendía niños, que tenía que habérselo advertido por teléfono (jamás pensé que un medico pudiera tener reservado su derecho de admisión, ¡pero claro, no de todo sabe una!) así todo sentó a la niña y dijo que la muela de leche había que endodonciarla. Miré para él asustada y le dije que ya me habían dicho que tenía que sacársela, que el nervio estaba dañado. A pues eso tendra que hacerlo un dentista para niños (primer vez que oía ese termino) porque la niña podía traumatizarse. Comente que a mi me habían sacado dos a los mismos años y que allí estaba sin trauma alguno...Pero no dije más ya me había dejado claro que no la atendería. Luego senté al niño y pregunto:
- ¿y a este que le pasa?
- Le falta un diente de leche 
- Pues yo no veo que le falte ninguno.
Le señale cual era, un incisivo al lado de los dos paletos, pero rápidamente me puse la chaqueta tratando de marchar lo antes posible, ante lo infructuoso de la consulta.
La peripecia no acabó aquí, fui a otro que volvió a decirme que la niña se podía traumatizar y que bueno quizás estaría dispuesto a quitársela si le ponía un separador de dientes de 300 euros, pero quitarla sin separador, nunca. Juraría que una de las estampas que más me viene a la memoria al pensar en los dentistas y los niños es un famoso grabado de un dentista arrancando una muela a un niño y ¡hombre!, la mayoría hemos sobrevivido e incluso hemos vuelto a su consulta (eso si, con dolor de cartera).
Volvió a dolerle la muela y llamé a la tercera consulta de mi seguro donde, haciéndome un favor, me dieron hora para las 8 de la tarde. Después de esperar hora y media viendo desfilar montones de personas, la recibió una dentista con cara demacrada y agotada de cansancio que reconoció que tenía que sacarle la muela, inició la extracción y la niña se revolvió ... protestó y finalmente la echo porque se quejaba y eso no estaba bien visto para su consulta, iba a asustar a la clientela, pero además no le había podido extraer toda la muela, le había dejado un trozo...y literalmente me echaron de la consulta, creo que ni mi pasaron la  tarjeta para cobrar la extracción (quizás para que no quedarán constancias de su nefasto trabajo) pero de todas formas la chica me dio un pena horrible se notaba que trabajaba en una consulta como contratada a destajo.
En un último lugar, decidí pagar, el resultado fue excelente, no hubo ningún problema, no se si era una mejor profesional o el dinero estimula, pero mi hija va al dentista con ella encantada.